La frecuencia ideal del “oiling” depende principalmente de tu tipo de cabello y de sus necesidades específicas. Aquí tienes algunas pautas para personalizar al máximo este tratamiento:
- Cabello muy seco o dañado: el “oiling” puede realizarse 2-3 veces por semana para una hidratación intensa y una acción reparadora.
- Cabello normal: una sesión de “oiling” una vez a la semana es suficiente para mantener la melena sana y luminosa.
- Cabello graso: limita el tratamiento a una vez cada 10-14 días, concentrándote exclusivamente en las puntas para evitar sobrecargar el cuero cabelludo.
Los aceites naturales, utilizados con regularidad, pueden convertirse en un elemento clave de tu rutina de cuidado del cabello. Con el tiempo, notarás un cabello más fuerte, sano y brillante, gracias a su poder nutritivo y protector: ¡probar para creer!