Además de la sequedad natural, hay muchos factores que agravan el problema, y el calor es uno de ellos. El secador, las planchas y otras herramientas de peinado que utilizan calor provocan sequedad capilar. Luego están los productos agresivos que eliminan la humedad, como los que utilizan sulfatos, o incluso simplemente lavar demasiado el pelo. Por último, hay productos que provocan acumulación, sobre todo si contienen silicona, cuando este ingrediente no está bien calibrado. Y no se trata sólo de productos demasiado agresivos. Demasiado cepillado, peinado o incluso frotar el cabello con una toalla áspera (en lugar de microfibra) puede dañar las fibras capilares, haciéndolas parecer más secas de lo que están.