La guía definitiva para un cuero cabelludo sano

Cada cuánto usar champú, qué comer para una piel nutrida y un cabello feliz, y más consejos.

¿Eres de los que se afanan en seguir una rutina de 10 pasos para el cuidado de la piel mañana y noche? Por mucho tiempo, energía y dinero que dediques a limpiar, hidratar y mimar tu rostro, es probable que no le prestes tanta atención a tu cuero cabelludo. Un cuero cabelludo sano es el secreto del crecimiento, la suavidad, el volumen y la densidad del cabello, pero a menudo se descuida a pesar de ser una de las pieles más delicadas y vulnerables de nuestro cuerpo. La piel que recubre nuestra coronilla alberga unos 100.000 folículos pilosos. Sin el cuidado y la nutrición adecuados, no puede mantener el microbioma necesario para que el pelo prospere.

Sigue leyendo para descubrir cómo influyen la higiene, la nutrición y el estilo de vida en la salud del cuero cabelludo, y cómo ponerlo a punto para conseguir un cabello abundante y resistente.

Comprender el cuero cabelludo

Es importante conocer el cuero cabelludo para cuidarlo correctamente. Para empezar, ten en cuenta que la palabra "cuero cabelludo" es un mnemotécnico de las cinco capas que lo forman: la piel, el tejido conjuntivo, la aponeurosis, el tejido areolar laxo y el pericráneo. El pelo suele desarrollarse en la segunda capa, el tejido conjuntivo. Esa es la anatomía básica del cuero cabelludo en general, pero que todos tengamos la misma constitución no significa que todos tengamos el mismo tipo de cuero cabelludo. Muchos de nosotros sufrimos de sensibilidad en el cuero cabelludo que causa picazón o irritación. Tal vez consideres que tu cuero cabelludo es "normal", pero peca de seco o graso. Visita a un profesional Davines para averiguar exactamente cuál de estas características describe tu cuero cabelludo.

Cuero cabelludo seco

Los indicios de que puedes tener el cuero cabelludo seco incluyen picor y descamación, aunque la descamación de un cuero cabelludo seco no siempre es lo mismo que la caspa, una afección que puede afectar a casi cualquier tipo de cuero cabelludo. La sequedad puede estar causada o agravada por el clima y el envejecimiento. Las personas con cuero cabelludo seco pueden pasar una semana, a veces más, sin lavarse con champú.

Cuero cabelludo equilibrado

El tipo de cuero cabelludo más saludable es un cuero cabelludo equilibrado, lo que significa que produce la cantidad justa de sebo y no causa ningún problema. No todo el mundo nace con un cuero cabelludo equilibrado, pero sin duda es lo que la mayoría de nosotros buscamos.

Cuero cabelludo sensible

Los cueros cabelludos sensibles reaccionan fácilmente a estímulos externos como el clima, la calidad del agua y los productos. Estas reacciones pueden incluir picor, ardor, descamación, escozor, sequedad, inflamación, sensación de tirantez e irritación general. Las afecciones médicas como la dermatitis, la psoriasis y el eczema pueden causar un cuero cabelludo sensible, y la sensibilidad del cuero cabelludo puede provocar dolores de cabeza.

Cuero cabelludo mixto

Las personas con cuero cabelludo mixto tienen las raíces grasas y las puntas secas. El sebo producido por el cuero cabelludo tiende a asentarse en la piel en lugar de desplazarse por el tallo del cabello, como lo haría si estuviera equilibrado. Con menos frecuencia, las personas con cuero cabelludo mixto pueden tener las raíces secas y las puntas grasas. Además de la genética, el clima y los hábitos de vida (como la sobreexposición del cabello a productos químicos agresivos a través de tintes, productos y tratamientos) pueden crear este tipo de cuero cabelludo difícil.

Cuero cabelludo graso

Si no puedes pasar más de un día sin acumular grasa en las raíces, es probable que tengas el cuero cabelludo graso. Es posible que notes que el cabello se apelmaza y, si te secas el cuero cabelludo con un trozo de papel, quedará una mancha húmeda. El cuero cabelludo graso puede deberse a la acumulación de productos o simplemente a una sobreproducción natural de sebo.

Caída del cabello

La caída del cabello puede ser un signo de una afección médica, como la alopecia y la psoriasis, o una indicación de que tu cuerpo está estresado o desnutrido. El debilitamiento puede producirse de forma uniforme en todo el cuero cabelludo o en forma de calvas. Ciertas infecciones fúngicas también pueden provocar la caída del cabello, o incluso determinadas épocas del año pueden desencadenarla. En definitiva, si estás perdiendo pelo, es probable que tu cuero cabelludo necesite algún remedio.

Cómo conseguir (y mantener) un cuero cabelludo sano

Si has conseguido alcanzar el equilibrio ideal del cuero cabelludo -ni demasiado graso, ni demasiado seco, nunca irritado ni con picores- debes estar haciendo algo bien. Si no es así, considera que ha llegado el momento de cambiar la rutina para obtener mejores resultados. Estos son nuestros consejos para conseguir y mantener un cuero cabelludo sano.

Mantén limpio el cuero cabelludo

Un cuero cabelludo equilibrado debe lavarse cada tres o cuatro días, pero es posible que tengas que lavarte con champú con más o menos frecuencia si sufres de exceso de grasa (lávate hasta una vez al día) o sequedad (lávate una vez a la semana). En cualquier caso, es importante limpiar bien el cuero cabelludo los días de lavado para evitar la acumulación de productos, que podría convertirse en el origen de tus problemas. Además de tu champú diario, también deberías incorporar exfoliantes y desintoxicaciones regulares a tu régimen de cuidado.

Elige los productos capilares adecuados

Hay una larga lista de ingredientes que debes evitar si quieres mantener un cuero cabelludo sano. Los productos químicos agresivos, como los sulfatos (utilizados para aumentar la espuma) y los ftalatos (para que las fragancias se adhieran a las hebras), pueden adherirse a la piel y causar irritación. Busca productos para el cabello elaborados con ingredientes naturales. Davines obtiene muchos de sus ingredientes en baluartes sostenibles de Italia.

Masajear el cuero cabelludo

Masajear el cuero cabelludo tiene varias ventajas: Puede ayudar a eliminar las células muertas y la acumulación de productos del cuero cabelludo, permitiéndole respirar, y también mejorar la circulación. El aumento del flujo sanguíneo en el cuero cabelludo estimula las terminaciones nerviosas y nutre los folículos para favorecer el crecimiento del cabello. Para masajear el cuero cabelludo con los dedos, ejerce una presión de ligera a media y recorre la zona en pequeños círculos. Puedes realizar esta técnica en seco o con acondicionador en la ducha. También puedes utilizar un cepillo o una herramienta de masaje de goma, imitando la técnica de los dedos con pequeños círculos.

Sigue una dieta sana

Una dieta equilibrada repleta de vitaminas y minerales es esencial para la salud de la piel y el cabello. Por ejemplo, los frutos secos y los aceites ricos en ácidos grasos pueden mejorar la función celular y hacer que tu cabello brille, mientras que las verduras ricas en betacaroteno (como las zanahorias y los boniatos) ayudan al cuero cabelludo a retener la humedad.

Protege tu cuero cabelludo del sol

Protégete siempre el cuero cabelludo con un sombrero, un pañuelo o un FPS cuando estés al sol. La piel de la cabeza es muy delicada y susceptible de sufrir daños por el sol -incluso melanomas-, así que asegúrate de protegerla físicamente o de aplicarte protector solar, por muy incómodo que te resulte.

Mantente hidratado

Beber agua mantiene la piel hidratada -¡ya lo sabes! - y lo mismo ocurre con la piel de la cabeza. La sequedad, el picor y la descamación pueden ser signos de que estás deshidratado. La cantidad de agua que debes beber al día depende de tu estilo de vida y tu peso, pero oscila entre 2,5 y 4 litros.

Qué comer en una dieta saludable para el cabello

Recuerda lo que siempre se dice: La belleza viene de dentro. Puedes tomártelo al pie de la letra a la hora de decidir qué comer y beber para favorecer la salud del cuero cabelludo. De hecho, la nutrición y los hábitos de vida pueden influir significativamente en el cabello y el cuero cabelludo, para bien o para mal.

El betacaroteno que se encuentra en las zanahorias, batatas, mangos, calabaza y la mayoría de las otras frutas y verduras de color naranja se convierte en vitamina A en el cuerpo, y la vitamina A promueve la renovación celular y, a su vez, el crecimiento del cabello.
Vitamina C: Las naranjas, las fresas y otros alimentos ricos en vitamina C pueden ayudar a tu cuero cabelludo a protegerse de las bacterias dañinas. Además, se sabe que alivian el picor.
Ácidos grasos: El aceite de pescado es un suplemento habitual para el cabello, pero también puedes obtener omega 3 de aguacates, algas, semillas de lino, frutos secos grasos (como las nueces de Brasil) y chía.
Hierro: La carencia de hierro puede provocar la caída del cabello, así que asegúrate de cubrir la cantidad diaria recomendada con huevos, legumbres, verduras de hoja verde oscura y cereales.
Vitaminas del grupo B: El yogur, la ternera, las espinacas y el marisco contienen vitaminas del grupo B que transportan oxígeno al cuero cabelludo y favorecen el rejuvenecimiento celular.

Lo esencial

Ahora que ya sabes qué hacer para mejorar la salud del cuero cabelludo, es hora de pasar de las palabras a los hechos. Llena tu botella de agua, apúntate a una clase de yoga, planifica una cena nutritiva, elimina los productos químicos agresivos de tu rutina de cuidado capilar y date un buen masaje la próxima vez que te duches. Si sigues experimentando sequedad, grasa o irritación excesivas después de cambiar tu estilo de vida, puede que haya llegado el momento de consultar a un dermatólogo o tricólogo.

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