Para muchos hombres, lucir una cabeza rapada puede ser liberador. Se acabaron los días de cabello sin remedio o aplastado por la gorra, se gasta menos dinero en el cuidado y peinado del cabello; un estudio reciente sugiere incluso que la calvicie es una poderosa ventaja comercial. Las cabezas calvas son elegantes, tienen mucho carácter y requieren menos mantenimiento. Pero eso no significa que puedas evitar cuidarte el cuero cabelludo. Una cabeza calva es propensa a la aparición de cabello incipiente, pero también a la grasa y la sequedad, así como a problemas de acné, los brillos y la caspa. Por eso, la piel de la cabeza merece la misma atención que la de la cara. Desde los cuidados básicos para la cabeza afeitada hasta los productos y consejos imprescindibles, a continuación, te contamos cómo cuidar una cabeza calva.