1) Una vez a la semana (o cada quince días en el caso de pieles sensibles), utiliza un exfoliante para el cuero cabelludo antes de lavarlo para estimular la circulación y favorecer el crecimiento del cabello. De hecho, los exfoliantes y los exfoliantes capilares, como el limpiador SOLU Sea Salt Scrub, son excelentes para mejorar la microcirculación y liberar los folículos pilosos.
2) Lávate el pelo con un champú específico según tu tipo de cabello. Champús para cabellos grasos, cabellos secos, cabellos rizados... en Davines puedes encontrar champús para cada necesidad. Recuerda que los productos erróneos pueden agravar problemas como la irritación de la piel, los picores y la caspa.
3) Procura no lavarte el pelo con demasiada frecuencia, sobre todo si tienes el cuero cabelludo graso y las puntas secas.
4) Para hidratar y reestructurar el cabello, después del champú, completa el tratamiento con un acondicionador o mascarilla reparadora o nutritiva. En nuestra web encontrarás una amplia selección de acondicionadores para elegir.
5) Para una mayor nutrición, también puedes utilizar una crema o un aceite para el cabello. Este producto también es perfecto para dar un acabado brillante a tu cabello.
6) Por último, procede al secado, teniendo siempre en cuenta tu tipo de cabello. El mejor método para secar el pelo liso no es el mismo que para los que tienen el pelo rizado y encrespado.