1. Empieza con el cabello seco y protegido del calor. Prepara el cabello antes de secarlo con un primer de protección contra el calor para protegerlo de los daños causados por el calor. No sólo evitará que el pelo se queme, sino que ayudará a fijar mejor el rizo.
2. Adapta la temperatura a tu tipo de cabello. Para cabellos finos o dañados, ajusta la temperatura entre 80 y 180 grados; para cabellos sanos y de grosor normal, ajústala entre 190 y 200 grados; y para cabellos gruesos, ajusta la temperatura entre 200 y 220 grados.
3. Presta atención al ángulo en el que sujetas el rizador. Para conseguir rizos grandes y flexibles o un look clásico, colócala primero cerca de la raíz del pelo y sujeta el rizador perpendicularmente a la sección que vas a rizar. El rizador debe quedar perpendicular a la cabeza. Si el objetivo son las ondas playeras, sujeta el rizador directamente hacia abajo.
4. Utiliza una técnica de envoltura diferente según el tipo de rizo que quieras. Si quieres un rizo voluminoso de la vieja escuela, envuelve todo el pelo alrededor del cilindro. Si quieres unas ondas más desordenadas, deja las puntas fuera y empieza más abajo, a unos 5 cm de la raíz.
5. Mantén el rizador en el pelo durante no más de 10 segundos. Sólo debes mantener el rizador en el pelo de 8 a 10 segundos como máximo. Y asegúrate de mantener cada rizo durante un tiempo constante. Si mantienes cada sección durante un tiempo diferente o empiezas antes de que la plancha esté lo suficientemente caliente, el resultado no será el mismo.