Cómo rehidratar el cabello después de la decoloración

TRUCOS Y TÉCNICAS

La decoloración del cabello, sobre todo si se parte de una base oscura, no sólo puede alterar su aspecto, sino también su propia salud interior. Incluso una ligera decoloración puede dañar la firmeza de nuestro cabello.

Por ejemplo, una de las consecuencias más comunes de la decoloración es el daño en la cutícula provocando un cabello seco y de textura áspera. Pero no desesperes: tu sueño de aclararte el cabello no tiene por qué hacerse aguas. Si has decidido decolorar tu cabello, prepárate para mimarlo con mucho cariño y cuidado, o, mejor dicho, más de lo habitual. Sigue leyendo para conocer consejos y trucos para mantener el color brillante y tu cabello sano e hidratado.

¿Cómo funciona una decoloración?

Durante el proceso de decoloración, los agentes alcalinos -principales responsables del aclarado- hacen que el cabello se hinche y las cutículas se abran. En este punto, los agentes alcalinos penetran en la corteza del cabello, atacando y disolviendo sus pigmentos naturales, es decir, la melanina. Para disolver eficazmente los pigmentos oscuros del cabello, el agente decolorante debe destruir los ácidos grasos presentes de forma natural en el tallo del cabello, dejándolo debilitado y quebradizo. Al mismo tiempo, la cutícula sigue expandiéndose hasta que está tan abierta que ya no puede permanecer intacta. En este punto, el córtex queda expuesto, aparecen las puntas abiertas y el cabello queda dañado, seco y sin brillo.

Cómo rehidratar el cabello después de la decoloración

Descubre con nosotros consejos, trucos y tratamientos para reparar el cabello dañado por la decoloración.

Lávate el pelo con menos frecuencia
En las tres primeras semanas después de un tratamiento de decoloración, el cabello es especialmente frágil y mucho más propenso a romperse, sobre todo cuando está mojado. El simple hecho de lavarse el pelo supone despojar aún más a la cutícula de sus aceites naturales, necesarios para la salud y el crecimiento del cabello. Procura lavar tu cabello cada tres o cuatro días, utilizando un champú en seco entre lavados, un aliado esencial en tu rutina para cuidar el cabello decolorado y dañado.

Hidratación a raudales
Lavarse el pelo con menos frecuencia no significa que lo cuides menos. La decoloración puede dejar el cabello extremadamente seco y es esencial, especialmente en las semanas siguientes a la decoloración, utilizar un champú y un acondicionador ricos en propiedades hidratantes y nutritivas. El cabello necesita más nutrición e hidratación, pero solo con agua no es suficiente. Imagínate que te sumerges en una piscina cuando tienes sed: un baño por sí solo no saciará tu sed. Del mismo modo, tu cabello necesitará un vaso de agua: utiliza acondicionadores hidratantes y nutritivos para devolver la hidratación a las hebras debilitadas y reparar tu cabello para que recupere su suavidad y brillo. Además, asegúrate de utilizar productos específicos para cabellos decolorados que sean muy hidratantes y aporten a tu cabello la máxima nutrición. Elige productos hidratantes y sacia la sed de tu cabello.

Utiliza una mascarilla para el pelo
Si tu cabello está decolorado, mímalo al menos una vez a la semana con una mascarilla capilar reparadora. Aplica la mascarilla hidratante en tu cabello, concentrándote en las puntas, y disfruta de tu serie favorita de Netflix. O bien, prueba una de estas mascarillas caseras ultranutritivas para el cabello dañado.

Mascarilla de aceite de coco

Calienta dos cucharadas de aceite de coco y aplícalo sobre el cabello húmedo o seco. Envuelve tu cabello en una toalla de microfibra y descansa con ella puesta durante la noche. Por la mañana, aclara la mascarilla con tu champú favorito y deja que el cabello se seque al aire. Si te resulta demasiado incómodo dormir con algo en la cabeza, aplícate aceite de coco en el pelo y déjalo actuar durante al menos siete horas algún día que tengas más tranquilo.

Mascarilla de aceite de oliva y miel

Combinar tres cucharadas de aceite de oliva y una cucharada de miel. Mezclar hasta que esté suave, añadiendo más aceite si es necesario. Lávate el pelo y déjalo secar completamente antes de dividirlo en secciones y aplicar la mezcla. Deja la mascarilla durante unos 30 minutos, luego aclara con agua tibia y procede al peinado.

Mascarilla de yogur

Añade una cucharada de aceite de oliva a una taza con yogur. Aplica la mezcla a tu cabello, déjala actuar durante 10 minutos y aclara con agua tibia para conseguir una dosis extra de brillo y firmeza para tu cabello dañado.

Mascarilla de azúcar moreno y aceite de coco

Combina dos cucharadas de azúcar moreno y una cucharada de aceite de coco. Mézclalos y aplícalo inmediatamente después del champú, insistiendo en el cuero cabelludo. Aclara y aplica tu acondicionador favorito.

Mascarilla de aguacate y aceite de oliva

Triturar la mitad del aguacate en un bol con un tenedor y añadir el aceite. Mezclar hasta que quede cremoso y aplicar la mascarilla sobre los largos, concentrándose en las puntas. Dejar actuar al menos media hora antes de aclarar.

Seca tu cabello suavemente después de lavarlo

Si tu cabello está tan dañado que corre el riesgo de romperse, presta especial atención a las siguientes líneas: Sé suave con tu pelo. Especialmente cuando está mojado, nuestro cabello es más propenso a romperse y dañarse. Utiliza una toalla suave, preferiblemente de microfibra, para retirar el agua del cabello con suavidad y sin frotar. Intenta desenredar tu cabello mientras aplicas el acondicionador para reducir el estrés mecánico creado por el cepillo y el daño adicional.

Evitar la oxidación

Un elemento esencial e indispensable para el cabello rubio, y una herramienta clave para cualquier peluquero, es el champú morado. Utilizándolo cada dos semanas, el tinte púrpura del champú neutralizará cualquier oxidación, evitando los reflejos cálidos y amarillentos que suelen aparecer en el cabello decolorado. Descubre todos los productos de la gama Heart of Glass para una rutina capilar completa para el cabello rubio.

Incluye un aceite en tu rutina

Como tratamiento antes y después de la ducha, un aceite capilar nutritivo ayuda a hidratar y proteger las cutículas estresadas, especialmente por tratamientos como la decoloración y el tinte. Utilizar un aceite capilar antes y después del champú puede ayudar a retener la humedad en el cabello. Utilizándolo antes del champú, el aceite crea una película sobre el cabello, impidiendo el ataque excesivo del champú a los aceites naturalmente presentes en el cabello. Además, después de la ducha, el aceite bloquea y retiene la humedad en el cabello, atrapándola y evitando que se evapore. El cabello, especialmente el decolorado, necesita toda la ayuda posible y las primeras 3 semanas después de un tratamiento de decoloración son las más delicadas: utiliza un aceite hidratante todos los días para reparar y restaurar la barrera de grasa natural del cabello.

Evita herramientas de calor

Utilizar herramientas de peinado de calor, como planchas y alisadores, sobre el cabello decolorado significa exponer tu pelo ya seco y vulnerable a un daño aún mayor. ¿La mejor opción? Deja de peinarte con calor y deja que tu pelo se seque al aire. Si no puedes prescindir del secador o la plancha, asegúrate de proteger tu cabello con un protector térmico antes de peinarlo.

Pide a tu estilista un tratamiento de brillo

El peluquero suele terminar la sesión de decoloración con un tratamiento de brillo para fijar y proteger el color y darle más luz. Un tratamiento de brillo alisa las cutículas ásperas y rellena los huecos en el tallo del cabello. Si tu cabello parece seco y sin vida, un tratamiento de brillo puede devolverle la vitalidad y el brillo a tu color.

Utiliza un sellador de queratina

La queratina, una proteína que se encuentra en el cabello, sella las cutículas para aumentar el brillo y fortalece las fibras capilares, evitando las puntas abiertas. Si tu cabello ha sido dañado por una decoloración reciente, comienza a utilizar un sellador de queratina con regularidad.

Consejos para rehidratar el cuero cabelludo después de la decoloración

Pequeñas medidas en tu vida diaria pueden ayudarte a rehidratar tu cabello:

Beber más agua

Beber más agua: el consejo imprescindible cuando se trata de belleza y cuidado del cuerpo. Asegúrate de beber suficiente agua para hidratarte desde dentro.

Ajustar la dieta

Lo que comes afecta directamente a la salud de tu cabello. Para un cabello sano y brillante, el salmón por ejemplo es un alimento clave: rico en ácidos grasos omega-3, proteínas, vitamina B12 y hierro, nutre el cuero cabelludo y da brillo a tu cabello. Los arándanos y la col rizada también son imprescindibles para un cabello sano por su alto contenido en antioxidantes y vitamina B7.

Lávate el pelo con agua tibia

El agua muy caliente puede despojar a tu cabello de su humedad, así que asegúrate de utilizar agua tibia cuando te laves el pelo para evitar secarlo en exceso, y aclara el acondicionador con agua fría. Este último paso sellará las cutículas del cabello y los poros del cuero cabelludo, reteniendo la humedad y añadiendo una explosión de brillo.

Protege tu cabello del sol

Al igual que cualquier otra parte del cuerpo, el cabello necesita protegerse de los potentes y potencialmente secantes rayos del sol. Si vas a pasar mucho tiempo al aire libre, ponte un sombrero y hazte con productos capilares que contengan factor de protección solar como el Su Hair Milk para proteger tu cabello y cuero cabelludo de los dañinos rayos UV.

Protege tu cabello del cloro

Una vez que la decoloración ha comprometido la integridad y la salud de tu cabello, el cloro lo debilitará aún más con cada inmersión, e incluso puede hacer que adquiera un tono verdoso. Aclara el cabello con agua fría antes de entrar en la piscina y acláralo inmediatamente después de pasar un tiempo en el agua clorada.

La seda como aliada

Es importante proteger tu cabello seco y quebradizo incluso durante tu merecido sueño. Invierte en una funda de almohada de seda: mucho más suave para el cabello que las fundas de algodón, la seda permite que el pelo se deslice sin fricción (típica del algodón), evitando que se dañen más los folículos. Menos fricción significa un cabello más sano y menos roturas frecuentes. Además, las fundas de almohada de algodón absorben la humedad natural del cabello, provocando más sequedad y falta de brillo.

Sanea el pelo con frecuencia

Cuanto mejor tengas controlada la longitud de tu cabello recortando las partes dañadas, menos probabilidades tendrás de acabar con un cabello seco y quebradizo. Recortarlo con regularidad te ayudará a mantener tu pelo sano, fuerte y brillante.

Balayage > coloración

La aclaración mediante la técnica del balayage es mucho más suave para el cabello (y mucho más fácil de mantener a largo plazo) que una aclaración generalizada en todas las longitudes. Si tienes el pelo seco pero sueñas con unas mechas doradas, pide a tu estilista que te aclare el pelo con un balayage en lugar de un único aclarado.

Tanto si acabas de unirte al círculo de las rubias, como si buscas una nueva rutina o estás desesperada por hidratar tu cabello dañado, sigue estos consejos para conseguir un pelo sano, brillante y a prueba de decoloración.

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